Peludraco y el bosque en peligro.
Azulín: ¿Has visto lo que está haciendo Peludraco y su amiga Radamela? Siempre están igual, estoy harto.
Norberto: Ya, a mí no me parece nada bien. Están estropeando el bosque.
Azulín: Voy a hablar con ellos. ¡Eh, vosotros! Otra vez volvéis a las andadas.
Peludraco: Déjanos en paz y preocúpate de tus asuntos.
Azulín: No me voy a ir hasta que limpiéis lo que estáis ensuciando.
Radamela: Ya has oído lo que ha dicho Peludraco, lárgate de aquí.
Azulín y Norberto se marchan tristes a hablar con Zoraida y le cuentan el enfrentamiento que han tenido con Peludraco y su amiga.
Zoraida: Esto me parece una injusticia. Vaya par de insensatos. Se están cargando el bosque dónde vivimos con sus malas acciones.
Zoraida va a buscar a Peludraco y Radamela para hablar con ellos.
Zoraida: Azulín y Norberto me han contado lo que ha pasado antes.
Peludraco: Ya han ido tus amiguitos a informarte de lo que hacemos, ¿verdad?
Zoraida: Tenéis que parar Peludraco, el bosque está lleno de basura por vuestra culpa.
Peludraco: ¿No ves que nos da igual? El bosque es de todos y yo puedo hacer lo que me dé la gana en él.
Zoraida: Pues por eso mismo. El bosque es de todos y hay que cuidarlo. No puedes hacer lo que tu quieras en él.
Las palabras de Zoraida no son suficientes para convencer a Peludraco y decide reunirse con Azulín y Norberto para intentar buscar una solución.
Zoraida, Azulín y Norberto idean un plan para intentar convencer a Peludraco y Radamela de que deben cuidar el bosque.
Zoraida: Debemos trazar un plan para hacerles ver a estos dos lo importante que es mantener el bosque limpio.
Norberto: Sí. Pero debe ser algo que les haga reflexionar de verdad sobre sus ideas. Tienen que parar de tirar basura en nuestro hogar.
Los tres amigos empiezan a pensar cómo pueden cambiar de forma drástica el comportamiento de Peludraco y Radamela. Pero cuando están terminando de idear su fantástico plan, Radamela los descubre con las manos en la masa.
Radamela: ¿Qué narices estáis haciendo?
Norberto: Nada que a ti te incumba. Tú solo te dedicas a ensuciar el bosque.
Radamela se sintió muy mal al verlos enfadados con ella por ensuciar el bosque. Se preguntaba por qué el cuidado del bosque sería un tema tan importante para ellos.
Radamela: Pero chicos, si no pasa nada por tirar unos papelillos al suelo hombre…
Las miradas firmes de los tres amigos bastaron para que Radamela entendiera que era un tema muy serio.
Radamela: Está bien. Lo siento chicos. No sabía que fuera tan importante para vosotros este tema.
Zoraida: Es que para ti también tiene que ser importante, Radamela. El bosque es tu hogar, y lo estáis destrozando. ¿No te sientes mal?
Radamela: Pues ahora que lo dices…muy bien no me siento cuando tiro basura al suelo. Pero es que si no lo hago, Peludraco se enfada conmigo.
Zoraida: ¿De verdad prefieres tener de amigo a Peludraco antes que mantener el bosque donde vives limpio?
Radamela: Pues no…la verdad es que no. Lo siento mucho chicos. Me habéis hecho reflexionar y siento que estoy en deuda con vosotros. ¿Qué puedo hacer para ayudaros?
Los cuatro amigos terminan de idear el plan que haga cambiar de parecer y de actitud a Peludraco. Llega el momento de la verdad. Todo está colocado según habían ideado los cuatro amigos. Radamela y Peludraco están paseando por el bosque.
Radamela: Peludraco, ¿jugamos al pilla-pilla?
Peludraco: Venga, vale. Aunque te voy a ganar otra vez.
Ambos amigos comienzan a correr. Se la queda Peludraco y está a punto de pillar a Radamela, cuando de repente se cae al suelo, al tropezar con un plástico de refresco que había en el suelo.
Peludraco: ¡Ay! ¡Qué daño me he hecho! Radamela ayúdame a levantarme anda.
Peludraco al levantarse se encuentra con Zoraida, Azulín, Norberto y Radamela con caras de pocos amigos.
Peludraco: ¿Qué miráis? ¿No me vais a ayudar a levantarme o qué pasa?
Zoraida :No, no te vamos a ayudar. Si tú no hubieras tirado ese plástico al suelo, no te habrías caído. Al igual que tú te has hecho daño al caerte, se lo ha podido hacer un animal del bosque. De hecho, con tus malas acciones también estás haciendo daño a nuestro hogar, el propio bosque.
Peludraco mira a los cuatro amigos y se da cuenta de todo el daño que ha causado. No solo a la naturaleza, sino también a sí mismo.
Peludraco: Es verdad chicos, tenéis razón. Lo siento mucho de verdad. A partir de ahora os juro que no volveré a contaminar nuestro hogar. El bosque de las Maravillas es nuestra casa, por lo que es importante que la tratemos lo mejor posible. No tiene ningún sentido maltratarla como lo he estado haciendo hasta ahora.
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